Dos años después la paz reinaba en cada hogar de muchas personas. el hombre que hizo daño durante muchos años quedó en el olvido, nadie deseaba recordarlo ni por las cosas malas que hizo, cada empresario y emprendedor se dedicó a vivir su vida en tranquilidad, Aunque seguían existiendo personas malas, ellos Se mantenían al margen. David y Esther vivían felices como esposos y padres tres de una hermosa bebé. contándole en cada noche su historia de amor obviando el motivo por el cual terminaron así. —Darly, ven donde papá —pidió David a su preciosa hija, una hermosa niña rubia de ojos azules, él parecido a la hermana de David era mucho, solo cambiaban sus ojos herencia de su madre. —Iremos a buscar a mamá —le hablaba David. —Estará feliz de verlos por allá, estuvo duro su día —habló Sara, arreglando a la niña. —Le he dicho que descanse, pero no quiere. —Ella es feliz dedicando tiempo a todo, si le quitas eso, no será Ester Gavidia de Carusso —aseguró Vicente, observando c
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