Luciano sabía que estaba mal, que debía hablar con Emely sobre lo ocurrido. Pero no era capaz de verla a la cara, de hecho, lo menos que quería era eso. Sabía que terminarían discutiendo, porque ella le diría que eso en algún momento iba a pasar, que lo superarían, pero no era así de fácil, porque Ian era su amigo: era su amigo.No solo había perdido a ese amigo, sino también a un socio importante y toda la junta de accionistas se lo comerían vivo y preguntarían el por qué de una ruptura y enemistad. Todos iban a escarbar, hasta enterarse de lo sucedido.Lo mejor era estar apartado de Emely y esperar a que todo se apagara. Lo menos que necesitaba su imagen en ese momento era mancharse con rumores de infidelidades y traición.Y su madre. ¡Por Dios, su madre!Ella también se lo iba a comer vivo, lo señalaría con un dedo
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