CAPÍTULO 53—¿De qué me perdí?Cuestioné, mientras Carolina tornaba sus ojos.—Nada que te importe, metiche.Escupió la rubia, logrando que April abriera los ojos de golpe.—Te hice algo, ¿o cómo?—¿De qué hablas?Volvió a hablar, pero esta vez fulminándome con la mirada.—Seré directo, señorita…—Troné los dedos para recordar su apellido—, Montenegro… ¿Estás en contra de que salga con tu amiga?Esta bufó sonriendo llena de sarcasmo.—Eres una peste, Bruno Harper… —Escupió, haciendo que mi pecho dolería repentinamente—, sin embargo, no puedo ir en contra de los sentimientos de mi mejor amiga, si ella te eligió, si ella te escogió entre cientos de chicos que deseaban amarla, es porque eres el indicado.—¿Entonces por qué me detestas tanto?Carolina bajó la cabeza, su mentón temblaba como si quisiese decir algo que no podía expresar con simples palabras—La estás arrastrando… —Mis piernas se sintieron como gelatinas—, el país la está odiando sin ninguna razón por tu culpa, April quedó com
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