Amaneció y nuevamente la rutina de trabajo, para estar en el puesto número uno de Empresas más grandes y famosas, el esfuerzo y trabajos, era fundamental. Juan David Matos, estaba muy tranquilo, aunque sabía que darle la noticia a Rocío no iba a ser para nada fácil, era lo mejor. Ya no soportaba que lo interrumpiera cuando él estaba tan concentrado en su trabajo, que casi nunca entendiera nada, no sabia como su socio no fue capaz de enseñarle todo lo relacionado con negocios, si era su única heredera, no le cabía pensar que la casaría con alguien solo por conveniencia. Para mantener sus empresas bien, sinceramente no pensaba con la cabeza. Con eso en su mente, llegó a la empresa, dispuesto a escuchar los chillidos de rocío, pero convenció que solo sería por unos minutos. —Señorita Aguirre, buenos días —Saludo al salir del ascensor. —Buenos días, señor, ya tiene visita —Respondió Patricia con una cara de compresión. —Gracias, tráeme dos café bien cargados —Patricia asintió, Juand
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