—¿Por qué estamos aquí? —le pregunté a Loui mientras continuaba tocando las paredes con las manos.—Porque necesitaba demostrar lo mucho que te aprecio. —me decía después de continuar guiándome por el pasillo y me dio un ligero empujón.Caminé un poco más deprisa y observé una bonita vista de la ciudad. Todo se veía sumamente hermoso, muy cautivador era y encima de todo, se veía espectacular. Me había sorprendido por completo, Loui conocía muy bien los gustos de los demás, pero el mío era uno de esos que no cualquier tomaría con buenos ojos. Pero de manera inmediata lo acepté de buena forma y se lo agradecí con un fuerte abrazo de amigos que él jamás olvidaría.Él correspondió a mi abrazo sabiendo que estaba agradecido por aquello, y cuando nos separamos, escuché que había mencionado a Amelia. Eso significa que…—Aquí voy a estar, Amelia también vino y… el príncipe de tus sueños, también. —me guiñó el ojo, miré entre los faroles y luces de color miel, una figura alta y vestida con un
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