Había pasado un mes desde aquel espantoso día. Con la ayuda de sus amigos, los señores Olson y, sobre todo, de David, Liam ya no se alteraba al recordarlo. Se sentía más seguro de sí mismo y de su entorno. Sabía que ya no estaba solo, que tenía a muchas personas que lo amaban y lo cuidaban. Entre ellas, Zaid Evans, su nuevo guardaespaldas. Zaid era un ex SEAL, muy bien entrenado, organizado y profesional. Había logrado ganarse la confianza de todos. Liam, además, sospechaba que algo sucedía entre Zaid y ED. Ambos se mantenían al margen del otro, a menos que fuera absolutamente necesario, pero la tensión y las chispas que saltaban entre ellos cada vez que se miraban no se podían negar. Era jodidamente divertido.Hoy, Liam se mudaba nuevamente a su casa, después de haber pasado el último mes viviendo en casa de David y sus padres. Zaid ya había hecho un reconocimiento del lugar y tomado todas las medidas de seguridad necesarias antes de que Liam llegara.—Bienvenido de regreso a casa —d
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