Carime.Los meses empezaron a pasar rápidamente, sin darme cuenta mi embarazo ya está más que avanzado, mi vientre se veía enorme, ni siquiera podía ver mis pies. Por otro lado tuve que dejar mis estudios por mi salud, mis amigos venían a verme cada semana y los señores Castillos igual. Mireya me ha estado dando clases de yoga y respiración para cuando llegue el momento en que nazcan mis gemelos, un niño y una niña, la curiosidad nos gano, hace semanas decidimos en descubrir el sexo de los bebes, tal parece que mi caliente esposo acertó en cuanto al sexo de uno de ellos, estamos más que alegre al saber que tendremos la parejita, aunque no importaba si ambos fueran del mismo sexos, los vamos a querer igual.En estos instantes me encuentro con Ivania, ella me dice que debo ser valiente y no temer al momento del parto, siempre que viene a la visita me aconseja y me habla con cariño, amor maternal. Como mu hubiera encantado tener una madre como ella, lástima que no lo tengo. Suspiro frust
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