Al día siguiente me desperté algo confundido, ya que tardé un buen rato en darme cuenta de donde estaba, porque estaba acostado y vestido en el sofá de mi salón. Me senté sujetándome la cabeza, pues me dolía como los demonios, pensando en que en parte me lo merecía, aunque no dejaba de ser una mierda la manera en que me desperté. Con cuidado fui abriendo los ojos sorprendiéndome cuando vi encima de la mesita que tenía enfrente de mi, una botella de agua y dos pastillas, las cogí bebiéndome seguidamente toda la botella de agua, ya que tenía la boca bastante seca por culpa del alcohol que me bebí, pero lo que mas me impresiono fue cuando me levanté del sofá, ya que estaba cubierto con una manta, cayendo esta al suelo cuando me levante, al coger la manta del suelo, fue como un reflejo para mi, acordandome más o menos de lo que anoche pasó con Rebeca. Acordándome de que cuando ella se marchó del salón muy enfadada, cogí la botella de whisky, bebiendo hasta que conseguí acabar con el líqui
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