Roxanne miraba con odio a Stefan, creía que todo lo tenía ganado pero estaba muy equivocado, puede que ella ya no saliera con vida de esto, pero sabía que Evans vendría por su hija, y conociéndolo no vendría sólo, además Gerald amaba a Nathalie como una hija, sabía que él movería sus contactos, solo esperaba que en verdad no durarán más de la cuenta, porque en ese momento se estaba sacrificando por su hija, estaba aguantando a todos esos asquerosos con tal de que Stefan no le hiciera nada a Nathalie. —Stefan, ¿Dónde está la otra mascota que nos tenías? Mira que te dimos mucho dinero por ambas mujeres — Roxanne miró de inmediato a Stefan, ese maldito. Él sólo le sonrió con malicia. —Y la vas a tener, pero primero lo haremos con ella, quiero que mi bella Nathalie esté descansada, porque luego de esta noche, ustedes harán lo que quieran con ella. Mientras pueden divertirse con este bombón de mujer, la gran Roxanne que tiene miles de hombres a sus pies. — Roxanne tenía ganas de vomitar,
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