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CAPÍTULO 209
Ava se encontraba sentada junto a Sebastián en el amplio salón, el silencio que los envolvía parecía más pesado que de costumbre. Las noticias recientes sobre la quiebra de la familia Montenegro los había dejado en un estado de incertidumbre. Sebastián, normalmente imponente y lleno de seguridad, estaba ahora hundido en el sillón, con los ojos clavados en el suelo, como si la gravedad de la situación le estuviera robando el aliento.Ava lo miraba, con los ojos llenos de preocupación y cariño. Sabía que la carga que llevaba sobre los hombros era casi insoportable. Se acercó lentamente y se sentó a su lado, apoyando suavemente su mano sobre la de él.—Sebastián, esto no es tu culpa —le susurró con suavidad, intentando brindarle el consuelo que él tanto necesitaba—. No podías prever lo que sucedió. Lo importante ahora es que estamos juntos en esto, y vamos a encontrar la manera de salir adelante.Sebastián levantó la mirada, sus ojos oscuros reflejaban una tormenta interna que parecía i
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CAPÍTULO 210
El sol de la tarde reflejaba un brillo suave sobre la superficie de la piscina, mientras Valentina y Valeria reían, chapoteando despreocupadamente en el agua. Alexandre, sentado al borde, con los pies sumergidos, las observaba con una sonrisa ligera, disfrutando de aquel breve momento de tranquilidad. Había sido un tiempo caótico desde la muerte de su madre, pero ahí, junto a las mellizas, el peso que cargaba sobre sus hombros parecía disminuir, aunque solo fuera por un rato.De repente, el ambiente relajado se quebró. La figura imponente de Sebastián y la presencia decidida de Ava irrumpieron en la escena. Ambos avanzaban con un paso firme hacia ellos, sus rostros cargados de seriedad. Valeria, al notar la tensión, salió rápidamente del agua y se acercó a Alexandre, quien se puso de pie, algo confundido por la urgencia que veía en sus padres.—Alexandre, necesitamos hablar contigo —dijo Sebastián sin rodeos, su tono grave, casi cortante.Alexandre frunció el ceño, notando que aquell
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CAPÍTULO 211
La mansión Montenegro brillaba bajo las luces cálidas del atardecer, como si el cielo quisiera rendir homenaje a la familia que tanto había luchado por mantenerse unida. Los ventanales reflejaban el dorado del sol que se desvanecía en el horizonte, mientras dentro, los ecos de risas y conversaciones llenaban cada rincón de la casa. La mesa estaba adornada con flores blancas y copas de cristal que aguardaban el momento del brindis, el que todos sabían sería especial.Sebastián, en el centro del salón, se alzó con una copa en la mano, su mirada recorriendo los rostros de sus seres queridos y amigos que lo rodeaban. Ava, a su lado, sonreía con orgullo, sosteniendo su propia copa con elegancia, como si el peso de las dificultades pasadas se hubiera desvanecido por completo.—Queridos amigos, familia —Sebastián comenzó, con la voz llena de emoción contenida—. Hoy estamos aquí reunidos para celebrar no solo una victoria, sino un renacimiento. Después de meses de lucha, intrigas y traicione
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CAPÍTULO 212 FINAL
Ava se miraba al espejo, ajustando los últimos detalles de su vestido elegante. Era un diseño en tonos marfil, delicado y sofisticado, perfecto para la ocasión. Era el día de la graduación de su hijo Bastián, y aunque intentaba mantener la calma, el orgullo y la emoción la llenaban por completo.De pronto, sintió unas manos cálidas rodeando su cintura. Un suspiro suave escapó de sus labios cuando reconoció el toque. Sebastián, con una sonrisa que irradiaba tanto amor como complicidad, la giró hacia él, sus ojos reflejando la devoción de los años que habían compartido.—Estás hermosa, Ava —murmuró, acercando su rostro al de ella.Antes de que pudiera responder, él la besó con una pasión que, a pesar del paso del tiempo, seguía intacta. Fue un beso que hablaba de promesas cumplidas y sueños compartidos. Cuando se separaron, apenas unos centímetros, Sebastián le susurró—: Te amo. Gracias por darme esta familia, por construir esta vida conmigo.Ava lo miró con ternura, conmovida por sus p
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