Volví a mi casa que esta hecha un desastre, para vestirme de inmediato. Tome un vestido largo ajustado color rojo muy sensual, con la espalda descubierta. Fui difícil ponerme el vestido, ya que este vestido había sido un regalo de Leonardo, para que lo usara en Cancún, pero a pesar de que dude mucho en ponérmelo, lo use porque sabía que las fiestas de los mafiosos iban a ser demasiado elegantes, y no quería ser la vergüenza de la noche.Ate mi cabellera en un chongo, para después maquillar mis ojos de una sombra dorada con largas pestañas, para después pintar mis labios de rojo carmín. Mis mejillas rosadas lucían realmente hermosas. Y mientras buscaba un collar que ponerme, me encontré con el collar de diamantes que Leonardo me regalo. Lo tome entre mis manos, mirándolo con enojo. ¿Por qué tenía que ser tan hermoso? Por un momento, pensé tirarlo en la basura y deshacerme de él, pero cuando lo intenté, lo único que se me vino a la mente, es que era lo único que me quedaba de Leonardo.
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