Tatiana Por un momento me quedé ahí en la oscuridad sola, hasta que escuché pasos que venían hacia mí y temí que fueran los vampiros de nuevo. ¡Por la diosa no por favor! Pero cuál fue mi sorpresa, cuando vi que se asomaba una cara conocida, parecía aterrado y cuando me vio corrí hacia mí, y no
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