Me siento extraña, como si estuviera flotando en un mundo de solo negro, porque es lo que veo solo negro a mi alrededor, me siento vacía, tan vacía como si mi cuerpo no tuviera nada dentro de él, liviana, hueca, no recuerdo lo que hacía antes de sentirme así, ni recuerdo lo que me pasó, no recuerdo mucho de hecho, cuando por fin escucho algo, algo que proviene de la profunda oscuridad que está frente a mí veo que se trata de aquellas chicas adolescentes a las cuales dejé que le hicieran aquella cosa horrible que ya saben, se ven extrañas, como si se hubieran mantenido en el cuerpo de una niñas, pero su mirada me dice que ya no lo son. Al verme, no hacen nada, solo pasan de lado.—¿Dónde estoy? —pregunto intentando que ellas me digan algo, lo que sea, pero solo se ríen entre ellas al escucharme y salen corriendo.Este no puede ser el infierno, Victoria, porque esas niñas no están muertas, o al menos las reales, a menos que ellas sean esa parte de ellas que maté y por eso están aquí, p
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