Connor huyó de Edie, pero las palabras de su amigo hicieron mella en él, la idea de darle a la rubia el beneficio de la duda se quedó revoloteando en su cabeza. A decir verdad, le gustaría mucho haberse equivocado, y que las acusaciones en su contra en el hospital también fueran falsas, pero era muy difícil que hubiera tanto error, que todo se hubiera confabulado contra ella de ese modo. ¿Sería posible que hubiera una mínima oportunidad?, se preguntó mientras caminaba con la cabeza gacha por las escaleras hacia la segunda planta. — Por Dios, ¡Es cierto! Debo darle una oportunidad, al menos sin que ella lo sepa, yo puedo hacer mis propias investigaciones, y si… — Inspiró hondo, sintiéndose como un adolescente iluso — Si por un milagro ella fuera inocente, yo… ¡Yo sería la bestia más imbécil de este planeta!... lo haré, ¡Por el cielo que voy a hacerlo! Apretó el paso con un incipiente brote de esperanza que le hizo sonreír a medias todo el día, hizo un
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