Y allí estaba ella, majestuosa, elegante, sumamente hermosa y con un aire de sensualidad que le cortó la respiración.Brian Lancaster estaba literalmente embobado con la hermosa figura de Charlotte. Por supuesto que esperaba a encontrarse con ella en cualquier momento, pero nada de lo que había pensado o imaginado lo había preparado para este momento, sentía que su corazón aceleraba su ritmo, y los latidos le llegaban hasta la garganta.Como si fuera de nuevo un joven la miró a los ojos, sin poder ocultar el amor que sentía por ella. Pero Brian sabía que ella no era una mujer libre, tampoco sabía lo que ella le había enseñado a sus hijos, así que haciendo un gran esfuerzo serenó todos sus instintos. Había esperado estos momentos desde hacía muchísimos años, así que no estaba dispuesto a arruinarlos por dejarse llevar por sus instintos.Por su parte, Charlotte estaba con la boca entreabierta, mirando como sus hijos, y el hombre al cual amaba, su padre, por cierto, Compartían comiendo h
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