La cena transcurrió de lo más normal, bebieron y rieron a no más poder recordando viejas anécdotas, luego los tres hermanos llevaron a su consentida a la casa, cuando llegó encontró a su amiga semidormida en el sofá del living, la despertó y la mando a su cuarto, pero la niña como es bien chusma quería saber que tal le fue.Ya en su cuarto bañada y cambiada, se disponía a meterse en la cama, cuando recibió un mensaje que no esperaba y menos a esas horas.Daemon, su jefe le pedía que baje que la está esperando, intrigada se vistió decentemente y cuando se disponía salir en silencio, era observada por su amiga, al llegar a la calle lo encontró como le dijo, estaba apoyado en su coche, vestido casual y sin su habitual peinado de gel, incluso se veía más relajado.Camino unos pasos sin ser vista, pero al solo faltar varios paso, él levantó la mirada y ella se quedó en su lugar inmóvil.—¿Señor? Que lo trae a estas horas a mi casa.—Discúlpame si te molesto, pero no quería dejar que el tie
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