Daemon se encontraba en un cumple, nadie entendía por qué tenía ese día en su rostro una sonrisa de oreja a oreja. Los empleados se preguntaban ¿si se venía el apocalipsis? ¿Si estarían despedidos? O tenía una novia? Cuál sería el motivo de dicha alegría nadie la sabia, pero para ellos era más factible las dos primeras opciones, quien en su sano juicio se acercaría a él teniendo ese rostro tan frío, nada más alejado de la realidad, pues nadie sabía que detrás de esa marcará de frialdad se encontraba la persona más cálida que se podían imaginar.Mientras él pasaba por el vestíbulo las personas literal se le quedaban viendo como si fuera otra persona, al subir al ascensor dejaba a toda chica embelesada, si antes ya quedaban cautivadas con su rostro perfecto, es todo un placer poder apreciar tal belleza.Eunice se encontraba en su lugar ya lista y presentable para poder recibir y saludar a su jefe como todos los dias, aunque no pudo hacerlo a la perfección cuando por la puerta de crista
Todo iba por buen camino o eso parecía, Daemon se encontraba feliz, había iniciado una relación amorosa con Dalma, que al principio se ponía tímida con la nueva etiqueta que los unía, aunque por más que lo quiera ocultar ay una sensación que sucumbe su corazon y no lo deja ser feliz del todo, no quiere ser el ave del mal agüero de su propia felicidad, además detrás de todo se encuentra tambien su familia cuya madre le ha estado enviado mensajes de manera insistente para que se reúnan, sabe que esa reunión no la puede prolongar más de lo que lo ha hecho, así que le confirmo que hoy se verían.Le mando un mensaje, y pronto recibió una dirección de uno de los restaurantes exclusivos de la ciudad, no le sorprendió que escogiera un lugar así, no quiere ser captada en cualquier lugar, palabras suyas.Llego unos minutos tarde por el tráfico y al llegar vio a su madre y a su primo sentados juntos, cuando hizo la cita pensó que solo sería un cara a cara con su madre, pero se llevó una sorpres
Ya eran pasadas las doce de la noche y Dalma aún se encontraba despierta en el medio de la sala, pensando en esto y aquello, sintiendo que su cabeza explotaría en cualquier momento. En medio de la oscuridad solo había una pequeña lámpara encendida, no quería que su amiga se preocupara, ya tenía suficiente con sus propios problemas, tan metida está en sus conflictos que ni siquiera pueden hablar como lo hacían antes y eso la hace sentir culpable.En aquel instante, su teléfono celular iluminó el lugar dejando ver un nuevo mensaje, lo cual la puso peor de lo que ya se encontraba.“7,6,5, la cuenta avanza, pronto, muy pronto nos veremos”Dalma no entendía que carajos pasaba, ese tipo de mensaje ya pasa de lo divertido y hasta incómodo se pone, pero hasta que no se vuelva peligroso para ella, lo dejara a un costado y solo estará atenta a cualquier otro indicio.Apago el aparato y lo dejo a su costado, tratando de desconectar de todo lo que estaba pensando cuando volvió a sonar, un poco
Daemon condujo a su pareja hacia la puerta de su cuarto, ella con pasos torpes entró observando cada detalle, el color de las paredes, las decoraciones, el aroma característico de él, nunca lo dijo en voz alta, pero siempre le ha gustado el aroma que Daemon desprende, Una mezcla de jabón de ducha y perfume. Despacio se acercó y la tomó de la cintura, comenzó a oler el cuello, con cada aspiración mandaba un cosquilleo que se expandía por todo el cuerpo de la chica haciendo que su piel se erizara en respuesta.La guio hacia la cama y la sentó en la orilla, de forma lenta se arrodilló y le levanto un pie para sacarle la bota y luego le quito la otra, mientras la veía todo el tiempo.Cuando se puso nuevamente de pie, Ella se levantó y se arrodilló para ahora ella desatarle los cordones de sus zapatos, Daemon se sorprendió con su actitud, luego de quitarse los zapatos, ella se puso de pie con una lentitud tortuosa, llevo sus manos y comenzó a desabotonar los botones de la camisa de Daemon
Dalma Desperté sintiendo mi cuerpo adolorido, pero con solo recordar el porqué, mis labios sonríen, en mi cuerpo quedo las marcas de la noche más maravillosa que pude haber tenido, poco a poco me fui deshaciendo del agarre que tenia en mi cintura, si fuera por mi me quedaba ahí todo el día, no sé si Daemon tiene el sueño pesado o soy muy habilidosa para escaparme, en cuanto pude salir de la cama, tomé una sabana y me envolví, me dirigí al baño y comencé a inspeccionar mi cara, me veía fatal, me lave la cara, me arregle el cabello y busque un cepillo nuevo, me quería bañar así que no lo dude y me di una ducha rápida una que ni se podrá contar como ducha, al salir ise lo que siempre quise hacer, cuando lo veía en las película siempre decía un día lo haré, me coloque la camisa de Daemon, puede que sea algo simple y sin sentido que tranquilamente podría comprar una camisa en algún local, pero no sería lo mismo que usar la camisa de ese alguien especial que tiene su aroma impregnado, arom
Había pasado unos días donde la relación de Daemon y Dalma iba color de rosas, había noches que Dalma amanecía en la casa de Daemon y se iban juntos a la empresa parece una pareja, con la diferencia de Dalma insistía en bajar antes para que nadie se entere de su relación, no convencido Daemon acepta sus términos, y justo ahora no tiene la escusa de verla a cada segundo porque se encuentran en sectores diferentes, debido al caso que ya había vuelto Francisco, por lo tanto, Dalma ahora está trabajando en relaciones públicas como secretaria.A la hora del almuerzo se tomo unos minutos y fue a buscar a Federico a su lugar de trabajo, hace días que intenta comunicarse con aquella persona para pagarle, no sabe a quién acudir, pero recordó que aquel hombre le dio la tarjeta de Federico, así que por ende debería de conocerlo o tener algún tipo de conexión.Eunice se encontraba de salida y se prometieron encontrarse en el salón para almorzar juntas, aunque ya no sean compañeras de trabajo, aún
—Dalma, lo puedo explicar. Mora soltó a chico borracho, tan borracho que terminó en el suelo gimiendo por el golpe, las chicas se miraron con un «UPS» en su mente.Lo levantaron y lo llevaron al sofá y lo dejaron ahí mientras hablaba sin sentido. Dalma y su amiga, Mora, estaban sentadas en la cocina, tomando un café y hablando en voz baja.—No puedo creer que él venga aquí en ese estado — dijo Mora, sacudiendo la cabeza.—Lo sé, es como si no le importara nada — Dalma suspiró y se cubrió la cara con las manos.—¿Qué está pasando con Nicolás? Ya es la segunda vez que aparece aquí ebrio —se preguntó Mora. —No lo sé… parte de mí quiere ayudarlo, pero otra parte quiere olvidarlo para siempre —Dalma se encogió de hombros.—Bueno, debes pensar en ti misma. —Mora le dio un abrazo.—Quizás sea su familia, tiene un problema serio con su papá o eso me comentó una vez, igual nunca quise meterme mucho en su vida, esperaba que me lo contará por sí mismo, pero siempre que comenzaba rápidamente c
—Amor, No es necesario, puedo sentarme en otro lugar, no es importante para mi, porfavor no discutas con tu familia. La chica se sentía fuera de lugar, el aire podría cortarse con tijera, habría que ser ciego para no darse cuenta de que en esa mesa nadie la quería, excepto Daemon y su padre que le dio una sonrisa genuina, pero que se ve opacado por todos los otros integrantes. —No permitiré que te traten de esta manera, eres mi novia y mereces respeto. La tomó de la mano y la llevo a otra mesa donde se encontraban unos amigos de él, allí todos los recibieron y pasaron un rato agradable, sus amigos y sus parejas le cayeron bien Dalma y ella se encontraba más relajada, tanto que la vio sonreír mucho más un par de veces. Pero, no duró mucho, cuando por la puerta principal vio entrar al primo de Daemon, pero no era a él quien veía, sino a la persona que venía atrás, Nicolás. Ella lo veía con claridad, pero ellos no a ella, saludaron a un par de personas y se sentaron en la mesa princ