Cuando Livana entró al comedor, definitivamente no se esperó ver a tantas mujeres sentadas.Isadora le había dado una bandeja con el desayuno de la líder del Harem, su nombre era Gabriela. Y también el plato de otra, a la cual llamó Katya.Por su descripción física, Livana asumió de quien era cada plato.Sin embargo, no se perdió de las miradas penetrantes y a la vez fulminantes de ellas.Excepto por una, la líder, quien mantenía su rostro impasible, casi como una réplica de Valerio.Quizás por eso ella era la líder después de todo.—¿Quién eres tú? —gruñó Katya mirándola con evidente molestia.—Soy la esclava del Áyax, señora.Livana tuvo que forzarse a decir esas palabras por más que le molestaran.—¿Cuál es tu nombre? —preguntó otra de ellas.—Soy Liv.—¿Acaso nadie te dijo que las esclavas no llevan el pelo tan largo? Solo nosotras podemos hacerlo, tú no eres nada.Era obvio que Katya era la más maliciosa de todas pero Livana se dijo que no iba a caer en sus provocaciones. No que
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