—¿Disculpas? Estás bromeando, ¿verdad? ¡Ni siquiera presto atención a este tipo de basura de bajo nivel! Si te atreves a lastimarme de verdad, te juro por Dios que...¡Pum! Antes de que terminara de hablar, David le voló el cerebro de un solo tiro. Agarró el cadáver con una mano y lo arrojó furiosamente a un lado, mirando con desprecio a Isabella que estaba junto a él.—Isabella, ¿y tú?La mujer ya estaba tan asustada, que perdió por completo el control de la mitad inferior de su cuerpo, temblando y gritando con fuerza.—No me mates, ¡por favor, no me mates, en realidad seré buena!Se arrodilló como una simple tortuga, lamiendo los zapatos de Lorenzo.—Lo siento mucho, guapo, ¡no fue realmente mi intención! Te serviré, el hotel está justo al lado, puedo reservar una habitación para servirte, puedo hacer cantidad cosas para asegurarme de que te diviertas mucho, ¡te lo garantizo!De vez en cuando, le lanzaba miradas muy coqueteas.Lorenzo lo empujó con disgusto. —No lo necesito, solo ma
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