HeibMi compañera estaba deseosa en mis manos, no podía dejarla sufrir más , el olor a su necesidad tenia drogada mi cabeza, mi lobo meneaba la cola en aprobación, para él esto se había tardado demasiado, seguí besándola hasta que sus piernas tocaron el colchón, la empuje un poco para que callera de espaldas y me deleite con la vista, sus labios estaban hinchados, sus ojos llenos de lujuria, su cabello se había soltado y estaba esparcido por la sabana, ella era una visión celestial, me abalance sobre ella y la seguí besando, ya habíamos cruzado la línea de no retorno, yo no podría parar, ella no querría hacerlo, bese mi camino hasta la camisa que llevaba y con una contribución de mi lobo la hice pedazos con las garras, ella jadeo en mi boca pero no exigió que me detuviera, quería que siguiera y así lo hice, seguí la línea de sus pechos y los mordisquee delicadamente mientras ella se retorcía y se movía tratando de huir de mis atenciones, mis manos tomaron la pretina de sus pantalones
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