Jace se dejó llevar por las manos de la esclava que hicieron su trabajo, deseando que ese momento borrara todo el estrés que lo estaba haciendo perder la paciencia con todos. Debía mantener el control de lo que hacía, pero que una simple matriarca le llevara la contraria también era parte de lo que odiaba. Le molestó ver que sus órdenes no eran cumplidas al pie de la letra como sucedía con el Don. A Bastian le temían tanto que tan solo al decir algo que podría considerarse una orden, esta le era cumplido a la velocidad de un rayo, siendo muy diferente con él. De solo recordar el poder que tenía, los ánimos de f0llar se le fueron. Apartó a Ruth y miró a las demás esclavas en la cama, quienes esperaban por él, muy atentas a cada detalles. Sabía muy bien que estas murmuraban lo que ocurría en esa casa y de seguro que no pudo culminar nada con ellas, como estaba convencido que pasaba con Bastian, ya que la hombría de este jamás se puso en duda, pero la suya estaba en riesgo de andar d
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