—¡Detente! —En ese momento, resonó la voz agitada de un hombre de mediana edad.Ana, al verlo, cambió instantáneamente su expresión. La persona que llegó era su padre, Antonio.Antonio se disculpó rápidamente con Juan: —Juan, mi hija no entiende las cosas, por favor, perdónala.Al escuchar que Ana era la hija de Antonio, la gélida presencia que Juan emitía lentamente desapareció.—Así que eres su hija.Luis finalmente guardó la daga que sostenía y suspiró aliviado.Ana, detrás de ellos, estaba furiosa y pateaba el suelo. —Papá, este tonto no me ayuda.—Voy a pedirle a Luis que le dé una lección.Antonio frunció el ceño y le gritó: —Tú eres el tonto, pídele disculpas a Juan ahora mismo.—Sino, te enseñaré una lección.Ana bufó, pero no se atrevió a desobedecer a Antonio. Se acercó a Juan, visiblemente molesta, y dijo: —Lo siento, Juan.Después de conocer la identidad de Ana, Juan decidió no tomar represalias.Desde hace tres años, Antonio, considerando su reputación, había colaborado en
Leer más