—Sé que me necesita, pero debo hacer algo muy importante, algo que debí hacer hace mucho, que no me da espera, confío en usted —dije dando un golpe amistoso en su hombro. Salí del lugar, mi felicidad era incomparable, Tiana confiaba en mí, se había arrepentido, aunque a último momento, no me había incriminado y su voto de confianza merecía ser compensado, y estaba dispuesto a darle lo que ella estaba ofreciendo, lo que mi cobardía le había negado.Sí, conducía con destino a su casa, la esperaría, no dejaría que me ignorara o se escapara de nuevo, no le dejaría opciones.Había llegado y al ver su auto supe que ella estaba en casa, Lucia me llamó, me dijo que había actividad desde la laptop de Jordan, nada importante, revisaba el proyecto que según él le ayudaría a sacarme del medio, Jordan desconocía que su mayor competencia era mi mujer, ella, Tiana, mi hermosa mujer de ojos grises.Suspiré emocionado, sus pupilas se dilataba al verme y eso, eso era algo que me encantaba, saber que er
Leer más