Vittorio salió apresuradamente de la oficina y fue interceptado por Antonietta, quien se interpuso en su camino, decidida a hablar con él. Vittorio, con expresión seria y enfocado en los negocios, intentó sortear la situación. — ¿Podemos hablar en otro momento, mamá? Estoy retrasado y aún tengo que viajar... — Vittorio, por favor, es importante. Necesitamos hablar —pidió Antonietta, preocupada. — Madre, estoy ocupado ahora. Los negocios son lo primero, ¿recuerdas? Cuando regrese de mi viaje, prometo que hablaremos, ¿de acuerdo? —prometió Vittorio, besando la frente de su madre. Antonietta pareció resignada, pero aún mostraba preocupación en su mirada.
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