CAPÍTULO 48 Los dos estaban angustiados, ninguno podía disimularlo. Nathan hacía un esfuerzo supremo por no tomar la mano de Meli y deshacerse en disculpas, pero ella parecía distante, fría y muy cansada. Recorrieron las calles, buscando desesperadamente a Sophia, pero no había ni rastro de la niñ
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