El coche entró en la finca, y después de unos diez minutos, salió por una puerta determinada, y luego aparecieron varios coches similares, dando vueltas.Esta formación, a primera vista, temía que alguien les rastreara y persiguiera.«¿A cuánta gente han ofendido?»Lorena se sentó tranquila y en silencio.Cuando pasaron esta parte de la carretera y entraron en otra grande y tranquila, vio a lo lejos otra mansión parecida a la que acababa de ver.Una vez dentro, Flavia, a su lado, no pudo evitar un suspiro de alivio.Sonrió y lanzó una mirada a Lorena, su sonrisa se hizo más profunda al ver que parecía tan normal como siempre.—Lorena, ¿no te da un poco de miedo estar en un lugar extraño?Lorena hizo una pausa, parpadeó y sonrió. —Mi familia tiene fincas como ésta en bastantes países de América, y se parecen bastante, ¡así que me parece familiar!Flavia parpadeó, sonrió y asintió, sin seguir hablando.Lorena no mentía, antes no había sido tan altisonante porque no era necesario.Pero ah
Ler mais