En la penumbra tenue del ducto de ventilación, Britney se arrastraba silenciosamente, el sonido de su respiración entrecortada reverberando contra las frías paredes metálicas. El aire enrarecido la envolvía, pero su curiosidad la empujaba hacia adelante. Conforme se acercaba a la luz se dio cuenta que el ducto de aire daba a la habitación de su instructor, su corazón empezó a latir frenéticamente, parecía resonar con la adrenalina de lo que estaba a punto de hacer.Con una mezcla de nerviosismo y emoción, se asomó por la escotilla, y lo que vio le robó el aliento. Allí, en el luminoso resplandor que se filtraba por la ventanilla, su instructor estaba a solo unos metros, solo con una toalla envuelta a su cintura, dejando a la vista su increíble físico, su mirada estaba concentrada en un documento que tenía entre manos. El mundo exterior desapareció; solo existía el calor de la curiosidad y el destello de la culpa que brotaba en su pecho.Con un impulso casi involuntario, Britney intent
Leer más