—¡Lina, antes fui yo el que actuó mal! Si hubiera sabido que la persona con la que me iba a casar era tú, definitivamente no habría rechazado. Pero ahora no es tarde, estás soltera y yo también. Si estás dispuesta, puedo ser tu elección en cualquier momento.Después de decir eso, Daniel se disponía a irse, pero Lina lo detuvo, —Daniel, espero que entiendas, mereces algo mejor, no es necesario que pierdas tiempo conmigo.Daniel respondió, —En mi corazón, eres lo mejor. Diosa, no te pongas demasiada presión. Gustarte es mi asunto personal. Si decides elegirme o no, eso es tu libertad. No importa el resultado, lo aceptaré con calma.Con estas palabras, Daniel salió de la oficina. Pero estas palabras dejaron a Lina con una mente revuelta durante todo el día.Para ella, el tiempo que pasó con Daniel fue más como tenerlo como amigo, nada más. Sin embargo, la terquedad de Daniel era comparable a la de un toro que no se rinde.Lina suspiró y se obligó a no pensar más en el asunto. Lue
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