Esta vez, Oswaldo colocó el contrato directamente frente a Lina: —¡Mira esto!No esperaba que Épica fuera tan sincera.—Así que, por ahora, aseguremos esta colaboración. Sin embargo, la firma específica tendrá que esperar hasta después de nuestra próxima reunión con ellos— sugirió Lina.—Sí, Señorita Torres.Con el acuerdo cerrado, el estado de ánimo de Lina mejoró instantáneamente. Se sumergió completamente en el trabajo, y ni siquiera notó que una figura silenciosa entró en la oficina.Laura, al ver a Lina trabajando tan intensamente, mostró una expresión de sorpresa. No esperaba que Lina se entregara tanto al trabajo.Caminó silenciosamente hacia el escritorio. Al ver que Lina no levantaba la cabeza, golpeó la mesa con la mano. Sin embargo, Lina no reaccionó, simplemente pidió: —Oswaldo, tráeme una taza de café.Laura la miró sin decir una palabra.Cuando Lina terminó de hablar y notó que Laura no reaccionaba, levantó la cabeza, y sus ojos expresaron sorpresa. —Laura,
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