—Flor —su voz era tranquila, como si supiera que ella le preguntaría esto—. Tu protección es su responsabilidad, si él no te protege, o si mueres, perderá el trono y no te preocupes, le haré firmar un rollo. Además, no soy desalmado, si es que alguna vez durante todo el matrimonio, si quieres divorciarte de él, puedes hacerlo. Pero entonces él no perderá el trono porque serás tú quién; retroceda y me aseguraré de darte una vida de libertad —él le aseguró. Era demasiado para asimilar. Su mente estaba procesando todo lo que él decía. Él no podrá matarla y ella tendría casi el mismo título que él. Esa fue una sólida oportunidad para luchar por los derechos humanos. Pero no había garantía de que él no haría de su vida un infierno. Seguramente no podría matarla, pero fácilmente podría abusar de ella física y mentalmente. ¿Entonces salvar humanos valió su vida y todo el esfuerzo? Ella apretó la mandíbula mirando al suelo. Deberían haberle dado algo de tiempo para pensarlo. Tenía la fuert
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