Capítulo 45El tiempo había pasado y todos estaban más tranquilos, felices. Y ¿Cómo no? Ya la pequeña Venus y el hermoso Ken estaban totalmente fuera de peligro, estaban en casa sin supervisión médica, cualquiera que los viera jamás hubiera pensado que nacieron prematuros y estuvieron a punto de morir. Ya los bebés tenían cinco meses y estaban bien de peso y talla. Eros estaba hinchado de la emoción y felicidad, se sentía un hombre completo al ver a su esposa y a su hija todos los días, la pequeña Venus era la viva copia de su madre.Era una niña muy hermosa, parecía una muñequita de porcelana de piel pálida, el poco cabello que tenía era rubio como el de su madre y tenía los ojos grises como los de Eros. Pocas veces lloraba, apenas si se quejaba, y cuando eso ocurría Eros o Barbara estaban ahí para cuidarla. Pero lo más impresionante de todo era verla tan tranquila junto a Ken, las veces que habían salido para estar reunidos y ella estuvo inquieta solo bastaba con acostarlos jun
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