EvadneHace una semana que regresamos de nuestra pequeña aventura en Faerestead. Hasta ahora nadie ha sospechado nada, y hemos seguido como si no supiéramos nada sobre un atentado. Los perpetradores tampoco han hecho su siguiente movimiento, lo que nos deja aún más nerviosos.No sabemos en qué momento atacarán de nuevo, pero no esperaremos a que lo hagan, pues Théo y yo ya tenemos planeado lo que haremos.Esta mañana nos encontramos en el exquisito jardín del palacio, dispuestos a disfrutar de un picnic que promete ser tan memorable como decisivo. Mi corazón late con fuerza en mi pecho, ansioso ante la incertidumbre que se avecina. Mientras Théo me ayuda a acomodarme en el mantel de colores sobre el césped, noto cómo mi vientre, ahora bastante abultado, guarda el secreto de un embarazo que, en tiempo humano parece como de siete meses de gestación.Théo, con una sonrisa tierna, me ayuda a ponerme cómoda con cuidado, sumando un toque de complicidad al aire. La atmósfera se llena de expe
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