En pocas palabras, después de varios gritos por parte de mi tía y mi renuencia a hablar de algo tan trivial, termine con una sanción de puntos, lo que sea que eso fuese, no había mucho que castigarme al respecto.Después de un par de minutos salí de aquel lugar con la idea de disculparme con mis amigas, pero, al salir, ya no estaban.Charly llegó por mí, Aidoneo estaba esperándome al pie de la entrada, portaba mi cartera y un par de libros—Vamos—me dijo con un asentimiento de cabeza, Charly nos abrió la puerta y entramos.No dije nada durante el viaje, comencé a desabotonar mi saco y lo miré, estaba un poco roto del hombro y se habían caído un par de botones, afortunadamente tenía otros dos sacos más.—¿Qué ha dicho tu tía?Resoplé, no sabía si sentir lastima por mí, o incluso por él, sus palabras habían sido lindas, pero esa no era la realidad, la realidad era indiferente—Solo ha confirmado lo que te dije—me tiré en el asiento, miré hacia la ventana, una lagrima traicionera se asom
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