Observé a mi esposo hablar y un suspiro casi salió de mis labios. Su mirada seguía siendo la misma, quizás un poco más vibrante y poderosa. Su sonrisa era tan real y grande que contagiaba al que la viera. La seguridad con la que se dirigía a las personas era envidiable. Se veía feliz al hablar sobre las estadísticas de la compañía, que, a comparación de años anteriores, era demasiado altas. La compañía GoldCop se encontraba en la cima, siendo una de las más importantes y reconocidas. Las ventas crecían en el área tecnológico y nos expandíamos con velocidad a diferentes partes del mundo. El sector petrolero lo único que hizo fue aumentar el capital y las inversiones. Varios empresarios de renombre deseaban invertir en nosotros. Seguíamos siendo un equipo que dirigía la compañía. Aunque Hunter ha tratado de permanecer al margen y dejarme a mí sola, lo cierto es que me siento bien y a gusto trabajando de su mano. Ambos aportamos ideas diferentes y eso lo hace todavía más emocionante. H
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