Cuando Hans llegó a la villa, ya era las diez por la noche.En la villa, solo se encendió una pequeña lámpara de noche. De repente, una figura pequeña salió de la puerta corriendo hacia él y le abrazó las piernas.—¿Esperanza? —dijo Hans mientras acariciaba la cabecita de la niña.Esperanza levantó la cabeza y dijo con tristeza:—Papá, creía que tú tampoco volverías…—No digas tonterías. Papá nunca te abandonaré.—Mamá también dijo eso, pero ella me abandonó. Papá, por favor, no hagas tonterías como mamá, ¿de acuerdo? —suplicó la pequeña levantando la carita.Hans sintió un fuerte impacto en el corazón. Forzó una sonrisa y respondió:—Papá, nunca lo he pensado.—¡Estás mintiendo! Después de que mamá se fue, todas las noches te quedas inmóvil mirando al anillo de mamá. A veces, te sentabas en el sofá durante toda la noche, sin decir ni una palabra. Papá, no te vayas con mamá… Tengo mucho miedo…La niña agarró su pantalón con fuerza, temiendo que, si lo soltaba, su padre también lo aband
Leer más