Era extraño estar en la corte, compartiendo el mismo lugar con Soraya después de todo lo que pasó. Por un momento había imaginado que estaba muerta en mis brazos, eso me causó sensaciones intensas. El miedo de perderla me hizo ver que todavía siento algo por esa mujer y eso es mi martirio. Acompaño su andar. La blusa en escote corazón, color beige, dibuja bellamente sus pechos. La falda-lápiz del tono oscuro, y los tacones componen a la mujer fuerte que se hacía. Admiro cuánto has cambiado, has pasado de ser una chica ambiciosa, sin experiencia, a una mujer fuerte, protectora como una leona, capaz de saltar al agua para salvar la vida de un hijo, sin contar con tu independencia financiera. Consiguió comprar una casa modesta y un coche, solo con salario de secretaria de Diogo Valadares. Muevo la mandíbula al verlos tan cerca. Esta vez, él la defenderá, no será Ingrid. Confieso que prefería cuando su amiga se sentaba a su lado. Aún creo que Diogo tiene segundas intenciones con Soraya
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