Parte 2...Tenía diecisiete años cuando quedó huérfana, pero contaba con su tía Celia, quien era maravillosa, una verdadera tía como las de las películas. Gracias a ella, logró seguir adelante y llevar una vida normal, sin hundirse en la depresión y todo lo demás.La casa en la que vivía con sus padres era muy buena, pero decidió mudarse al apartamento de su tía. Después de todo, solo eran las dos, y alquiló la casa, lo que le proporcionaba un buen dinero extra de alquiler.Juntó ese dinero y abrió su propia tienda. Se convirtió en una microempresaria en el sector de alimentos, específicamente en repostería, que era lo que más le gustaba hacer desde pequeña en la cocina de su madre, y era realmente buena en ello.Pasaba horas inventando recetas y luego hacía que sus padres y vecinos las probaran, lo que le dio una buena reputación como repostera. Incluso cuando era niña, vendía sus creaciones a conocidos que las recomendaban de boca en boca.Nunca tuvo miedo ni pereza al trabajo, por
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