Alessandra y Dereck habían empezado una especie de relación, solo que decidieron no darle nombre. Para empezar, ella no encontraba la manera de poder decir —pareja—, porque sí, la última persona que estuvo con ella fue asesinada. No cometería el mismo error dos veces.Por otra parte, estaba Dereck. Él no debía mezclar el trabajo con placer y lamentablemente, ya había cruzado esa línea y conocía, perfectamente, el cuerpo de Alessandra. Al igual que varias de sus manías.Alessandra ya no lloraba tanto por las noches, los analgésicos hacían efecto y la culpa solo estaba por el día. Podía centrarse en trabajar y no tener que pensar en Thomas. Ninguno de los dos se arrepintió porque era lo que ellos querían en ese momento. Aún quieren estar juntos y sí, también lo hacen en secreto.—¿Estás bien? —le preguntó Dereck, entregándole un café helado, ellos, en las últimas semanas se habían ido conociendo mucho más. —El supermercado es algo muy arriesgado para seguirlo haciendo —le comentó, toma
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