Todos los capítulos de De asistente a esposa del CEO paralítico : Capítulo 31 - Capítulo 40
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Capítulo 31: Ser perspicaz
El hombre que debería poner orden, simplemente nos ve como si fuéramos poco para tener su atención al menos tres segundos seguidos y ni hablar de defendernos, por lo que, entra a la casa dándonos una espalda que no es de un padre que ama a su familia.Era evidente que no le agradaba la idea de ceder su poder a alguien, pero, por su rostro, era claro que no tenía opción, su rostro demacrado era algo que daba el mensaje que no le queda mucho tiempo con vida.— Entremos. — dice Danell y yo miro al hombre que me tiene sobre sus piernas.— ¿Crees que es buena idea? El dueño de la casa no nos ha permitido el ingreso — comento y Danell me sonríe, pero, no es una sonrisa genuina.— Si nos quedamos esperando su permiso, moriríamos aquí y aun no tendríamos el acceso. Mi padre, no se quiere ni a él mismo, por lo que, escasamente se soporta o algo que est&
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Capítulo 32: Darme una salida
Bajo la mirada de todos los presentes, doy órdenes al mayordomo y comienzo a preparar el café que siempre he dado a mi jefe. Mientras todos toman café en la mesa de la cocina, yo preparo la medicina que es revisada por varias personas al igual que el agua.— Esta agua esta envenenada — dice uno de los hombres que revisa el agua con algo que parece un termómetro.— ¿Quién está a cargo del agua? — pregunta el mayor de los Castagnoli.— Ya mismo iré a buscarlo. — dice uno de los hombres.— No lo traigas aquí, encárgate de él y los implicados fuera, porque a mi nuera no le gusta ver sangre — dice el mayor de los Castagnoli causando que la mujer sentada tomando café abra su boca con indignación.— A mí no me gusta el vino y se molesta si no lo tomo. — se queja la mujer llamada Rebecca.— Eso debes
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Capítulo 33: Pasar la prueba
He hecho un argumento bien estructurado donde me dije que era la mejor solución para mí, entonces, ¿Por qué dije lo contrario? Solo tenía que agradecer por la salida y tomarla, solo eso debía hacer, entonces, ¿Por qué dije lo contrario?— Te estoy dando la oportunidad de salir de aquí libre. Una vez que salgas de esta casa, no hay marcha atrás, si tu esposo muere primero, serás la jefa de esta familia que si no mata a Carl y su esposa o los sometes, no tendrás paz y si mueres primero que Danell, serás siempre su única esposa.>> ¿Estas segura que deseas dejar de lado tu vida tranquila como asistente de alguien más para ser la esposa del futuro jefe de la mafia? ¿Quieres una vida cargada de muertes sangrientas cuando no toleras ver la sangre porque te desmayas? ¿Deseas vivir en constantes ataques que pueden acabar con tu vida?&mdash
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Capítulo 34: Preparación
Dos horas despuésAún seguía sin entender que era lo que había sucedido, pero, según lo que me contó Danell, para ser aceptada en la familia, antes de la ceremonia, el líder del grupo o máxima autoridad hace una serie de pruebas en el futuro miembro de la familia.Esas pruebas cambiaban, unas eran de matar personas, otras solo tentar con dinero o maltratarlas hasta ver su punto de quiebre. Por fortuna, mi suegro esta tan enfermo que solo me tentó con el dinero.Como soy la esposa del futuro jefe, si hubiese aceptado el dinero, me hubiesen matado por traidora y habrían hecho que se casara Danell con alguien más. Por fortuna, conteste como debía hacerlo o ahora estuviera reunida con mi madre y mi hermana.— Debiste habérmelo dicho. Casi muero por tu culpa. — me quejo mientras me maquillan.— Lo siento, no sabía de esa tradición. Como te ha
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Capítulo 35: Promesa sangrienta
He pasado por muchas cosas últimamente. Podría decir que mi punto de quiebre había sido saber de la muerte de mi hermana y mi madre, pero, eso no ha sido lo único impactante que me ha sucedido.Ahora, debía enfrentarme a algo que aunque me habían dicho que realizarían, me impacta que sea tan pronto. No me refiero solo a casarme en un entorno donde la vida es burlada con facilidad, si no, el hecho que no tengo a mi familia para que me acompañe en algo así.‘Si ellas estuvieran aquí, yo no me hubiese casado con mi jefe. Por mucho que quisiera a Danell, mi familia no lo hubiese aceptado. Porque un matrimonio tan precipitado como este, no hubiese sido aceptado por mi familia’ me digo mentalmente.— ¿Está lista para ser la novia más hermosa del planeta? — dice la mujer que me acompaña en el pasillo que me lleva a las escaleras.— No soy la mu
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Capítulo 36: Primera acción como jefe
Trago duro, sabía lo que podía esperarme al rechazar una promesa que no me agradaba siquiera escuchar y yo me había prometido que no iba a causar una humillación a Danell como lo es huir de mi propio matrimonio.Así que, ¿Qué podía hacer en este momento? No podía olvidar los principios que mi madre durante años me enseñó, eso sería como faltar a su recuerdo. No podía aceptar eso, cuando era con lo único que podía ahora aferrarme; su recuerdo.— Yo…— Lo voy a jurar por ella — dice Danell y se puede escuchar la burla detrás de nosotros— Entonces, ya sabemos quién va a ser el jefe en ese matrimonio. — dice Carl y todos a su alrededor se burla.— Me han dicho discapacitado, inútil, tonto, bastardo y muchas más palabras que solo son hirientes si permito que lo sean. Ahora, que yo l
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Capítulo 37: Pieza del juego
No podía comprender como era posible que dos miembros de una misma familia se atacaran de esta forma. Pero, parecía que eso era algo muy común para todos los presentes, porque yo era la única que estaba alterada.— Cariño, ya no voy a disparar, aleja tus manos de los oídos y concéntrate en disfrutar de este día. — dice Danell extendiendo su mano al punto de dejarla frente a mí y yo me paralizo.Danell ha ido paciente y gentil conmigo, al punto de olvidar las advertencias que me habían realizado. Pero, era evidente que él no es la persona gentil que recuerdo en el trabajo o que pensé que sería en todo momento.Porque por mucho que fuera molesto un hermano, no es motivo suficiente para dispararle a dos personas que debería haber enfrentado de una forma no violenta. Pero, ¿Qué puedo reclamarle si parece que es la única salida que le encuentra
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Capítulo 38: Estar molesta
Comienzo a reír, estaba justamente en una parte donde mi mente me dijo que él me llevaría. Por eso, he durado noches sin dormir, porque mi mente había pensado en todos los posibles eventos negativos y positivos que podrían pasar, pero, yo seguí a su lado.— ¿Estas bien? — pregunta Danell.— Esto es increíble. — susurro.— Dove…— ¡Dijiste que me contarías todo, Danell!— Sí, eso dije — dice mi jefe y esposo.— Entonces, ¿Por qué me estás diciendo algo como esto justamente ahora?— Porque sabía que ibas a alterarte — dice Danell y yo comienzo a reír cubriendo mis ojos— Vaya respuesta extraordinaria.— Dove, sé que no debí…— ¿A esto te referías cuando me dijiste que seriamos un matrimonio moderno? &iq
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Capítulo 39: Beber alcohol
No sabía que estaba haciendo realmente al intentar llevarle la contraria a mis propias costumbres, pero, era claro que no estaba decidiendo bien desde que mi madre y mi hermana murieron, por lo que, una decisión incorrecta adicional, no iba a marcar la diferencia.Cuando llego a la supuesta fiesta, varios se inclinan ante mí y es cuando estoy por caminar al área de bebidas, que una mano me detiene, diciéndome el motivo de que se inclinaran al verme.— ¿De verdad quieres tomar?— Sí, Danell. Hoy es un día feliz, es motivo suficiente para tomar. — digo con una fingida sonrisa.— Dove, no quiero limitarte, pero, debes ser cuidadosa, no creo que tengas experiencia con el alcohol, para beber así. — dice Danell y yo sonrío.— Es verdad, no tengo experiencia con el alcohol, pero, para eso tengo a mi esposo, ¿cierto? Prometiste protegerme de todo con un a
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Capítulo 40: Complacerme
Me sentía muy bien. Tanta tensión y miradas poco disimuladas de desagrado de los presentes y no querer hablar con mi esposo, me hizo tomar mucho más rápido esas deliciosas copas de vino que son exquisitas.Me sentía muy cómoda, aunque parecía que ni siquiera a Danell le agradaba lo que estaba haciendo, por fortuna, nadie me estaba regañando, si no que, tenían su atención en mí, como si esperaran a que arruinara las cosas.— Dove, lo mejor es que te acuestes a dormir — insiste Danell y yo casi tropezándome, llego a él y me aferro a los brazos de su silla de ruedas, para no tambalearme.— Estoy bien, antes de que lo preguntes. — digo sonriente y con cuidado, me siento sobre sus piernas.— Dove… — dice Danell y yo llevo mi dedo índice a su boca.— No necesitas decir lo obvio. Tampoco debes preocuparte porque hable ma
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