Dariana no quería quedarse internada en la clínica, quería ir a casa a su hogar, no le gustaban los hospitales, no medía la gravedad de su salud — Yo, yo puedo pasar, — se ofreció Drago, era su mellizo, ella siempre lo escuchaba, estaba seguro de convencerla, y aunque el CEO Ferreira, y el padre del bebé, querían pasar, Drago ya estaba adentro hablando con su hermana No fueron ni cinco minutos que pasaron que Drago, salió, había fracasad — Vas, papá, Dary, está aferrada, no la pude convencer, carajo, que chica tan testaruda, dice que en casa, con los cuidados de mamá, pronto estará bien, no entiende que es atención médica lo que necesita — Yo iré, me va a escuchar esa niña, no puede tratar si salud de forma tan irresponsable, tiene que cuidar de ella y de mí nieto — el CEO, se acomodó el saco y entró a hablar con su hija, más al cabo de ocho minutos estaba de vuelta, Drago, lo vió venir y se apresuró a él — ¿La convenciste, papá? ¿se quedará por su propia voluntad? — el
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