IsadoraEstoy con Érika.Ella se resistía, pero yo sé exactamente cómo doblegarla. Y hoy, una vez más, conseguí lo que quería.Le pedí un medicamento específico —algo que cause síntomas, debilite poco a poco, pero que jamás levante sospechas. Un veneno sutil, discreto, perfecto para eliminar a esa infeliz. A la tal Jasmine.Ella empezará a sentirse mal, débil, enferma… y nadie, absolutamente nadie, sabrá por qué.—Isadora, me estás pidiendo algo muy serio… —dijo ella, con voz temblorosa.—¿Y crees que no lo sé, amor? Confío en ti. Solo tú puedes ayudarme.Mordió los labios, dudando, hasta que lancé:—Si no lo haces, nuestra historia termina aquí.Fue suficiente.Érika es médica, inteligente, competente… pero emocionalmente frágil. Lo suficientemente débil como para rendirse a mi toque, a mi beso, a mi cuerpo.Ella piensa que me ama.Qué ternura.Nadie ama a alguien como yo. Solo se obsesionan. Solo se vuelven adictos.—Está bien —cedió finalmente—. Pero úsalo con cuidado, ¿sí?Solo so
Leer más