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42 chapters
Siempre hay alguien destinado para ti 🎎
Un golpe de suerte llega a la vida de Miguel, la oportunidad deseada es servida para él en bandeja de plata. Finalmente, su sueño de ser millonario se había tornado en una realidad, de manera inesperada. “Es que siempre de lo inesperado llega lo esperado,” eso dicen. El nuevo local que Miguel alquiló para su taller estaba perfectamente ubicado, cerca del barrio donde viven sus padres, pero también colindaba con la ciudad; siendo el pelirrubio un hombre bondadoso, no quería olvidar de donde provenía y hasta donde había llegado. Aunque no tenía el amor de su vida a su lado, confiaba que en algún momento, volverían a encontrarse y quizás, sólo quizás comenzarían de nuevo. Ver como Ana Isabel estaba triunfando en el mundo del modelaje, lo hace sentir feliz por ella, aunque también le genera ansiedad, ahora que era reconocida y estaba ganando buen dinero, los pretendientes multimillonarios le lloverían, no había duda de ello. Mariah, quien había estado detrás de él desde hace unos me
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Cada oveja con su pareja
Ana Isabel continúa con su monólogo, dando explicaciones a Miguel, pidiéndole que reaccione, que la perdone y acepte su amor, viendo que él no reacciona, cabizbaja y con el corazón destrozado, se gira para retirarse del campo de batalla, había perdido al único hombre que realmente amaba, repentinamente sintió una mano tirando con fuerza de su blusa, pensó que tal vez se había quedado enganchada en algún lado, pero al girarse, se encontró con la sonrisa de Miguel.—No te vayas, preciosa, por favor —Ana Isabel sintió un nudo en la garganta y ganas inmensas de llorar, mas no de dolor, sino de alegría.—¿Me estabas oyendo y te hiciste rogar? —Miguel eleva sus hombros y ella lo golpea en el pecho, pero él se queja— ¡Eres un mentiroso!—¡Auch, auuch! Me lastimas —Ana reacciona y se disculpa con él, pero Miguel vuelve a reír, sujetando su abdomen para no lastimarse.— Tú también eres una mentirosa, dijiste que no me amabas y no querías volver a verme. Ella sonríe, hace pucheros, termina
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