Al día siguiente, las esposas estaban bastante frías con sus maridos, no les preguntaron si querían café o jugo, o huevos revueltos, o panqueques, ni acomodaron sus corbatas seguidas de un beso, tampoco quisieron que las acompañaran a la escuela a llevar a los niños En la compañía Altamirano, estaban teniendo las juntas, Deeguel, Dante y Joshua, llegaban con ojeras, además estaban bostezo y bostezo, para su sorpresa, el CEO Altamirano estaba en la misma situación — Pero que mala noche he pasado, Ana Sofia, me dijo tacaño, dijo que no su parto ni nuestro hijo tenían un valor considerable para mí, pero todo es culpa de ese CEO Black, y su derroche En ese momento Drago y Andrés, estaban llegando a la sala de juntas, ellos venían en las mismas condiciones, desvelados y ojerosos — Buenos días a todos, ¿pero qué rayos les pasó? parecen un grupo de mapaches perdidos, seguro se la pasaron haciendo el amor con sus esposas, son unos picarones — Alessandro, había amanecido de muy bue
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