Alejandro frunció el ceño con fatiga y dijo: —Cualquier cosa que suceda, avísame de inmediato. Mi madre enviará medicinas. Además, Leo necesita tu ayuda durante unos días, tengo que viajar.Ximena respondió: —Leo es como mi propio hijo, no necesitas decir 'ayuda'—. Luego, miró a Leo, que aún estaba sentado en el auto, y le preguntó sonriendo: — ¿Querido, no vas a bajar?Leo tomó su mochila y salió del auto, acercándose a Ximena, diciendo: —Mamá, solo no quería interrumpir su conversación con papá.Ximena le apretó suavemente la mejilla a Leo y le dijo: —No tienes que preocuparte tanto cuando estás con mamá.Leo le sonrió a Ximena, pero esta escena dejó a Alejandro perplejo. Parecía que nunca había visto a Leo sonreír antes.Viendo la interacción entre Ximena y Leo, de repente surgió un pensamiento en la mente de Alejandro. Quizás, si Ximena estuviera cerca, Leo podría mejorar.Liliana estaba muy emocionada, pero tenía la frente arrugada en este momento. No podía entender una cosa,
Leer más