—Ciertamente, eres la heredera de los Rodríguez, con una gracia y encanto como ningún otro—elogió la multitud. —No solo eres amable y gentil, sino que también estás muy educada...Escuchando los elogios de estas personas, Manuela sonrió con satisfacción. Todo estaba yendo exactamente como debía. Solo ella merecía esta adulación y admiración.Dejando atrás a las damas, Manuela, con tacones altos, caminó con gracia hacia el escenario donde se exhibían sus fotos. Se paró frente al micrófono y comenzó su discurso: —Gracias a todos por honrar mi celebración de cumpleaños...Mientras tanto, en Villa Rivera, Nicolás estaba sentado frente a su computadora, viendo las imágenes de la fiesta de Manuela en la vigilancia. También estaba comunicándose con Leo a través de su auricular.—Ella realmente sabe hablar—dijo Nicolás impacientemente.Leo, con su tono juvenil pero indiferente, respondió: —Hay muchos invitados, y está bastante orgullosa.En ese momento, el discurso de Manuela se detuvo abrupta
Leer más