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Todos los capítulos de La obsesión del alfa: Capítulo 91 - Capítulo 100
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Capítulo 91: Molestarse
Obsesión, una palabra que Jareth había dicho muchas veces y aún no comprendía cómo debía interpretarlo. En la forma en que lo dice, parece que dijera un halago tipo de amor más grande que el propio amor. Pero, las obsesiones no son saludables. Entonces, es eso lo que me hace dudar.—Realmente quiero saber qué es lo que entiende por obsesión. Porque yo entiendo cosas muy distintas y dudo que eso sea lo que quieras decirme— murmuro y Jareth asiente.—Te lo explicaré cuando tenga una idea más centrada de cómo explicarte, porque eres mi obsesión. Ahora lo mejor es que salgamos antes de que se nos haga más tarde, —Dice Jareth y yo de inmediato niego al saber cómo estoy en estos momentos, por sucumbir a la tentación de mi esposo.—¡¿Te has vuelto loco?! —pregunto escandalizada.—Creo que los dos s
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Capítulo 92: Disfrutar la fiesta
Era evidente que la mujer frente a nosotros no le agradaba mucho que estuviéramos así de cerca el uno del otro. Pero, lógicamente eso es algo que no me importa. Anteriormente, no era una chica vengativa, pero desde que me di cuenta de que cazas o eres cazado, prefiero ser la primera.—Señor Every, no le preste atención a mi tonta nieta. Ella no sabe lo que dice. Al parecer, mi hijo no supo educarla bien, —dice el anciano y Jareth suspira profundo.—No estoy interesado en que me vean como una persona intimidante y amenazante que comete actos injustos a alfas menos fuertes que yo. Pero, si ella continúa molestando a mi esposa, no me voy a contener. ——Comprendo perfectamente lo que quiere decir y le aseguramos que esto no va a volver a suceder, —Dice el anciano con nerviosismo.—Usted no necesita disculparse. Quien cometió el error es quien debe hacerlo y no la veo muy intere
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Capítulo 93: Retomar una condición
Perfectamente que el llamado de Eda Every, sólo significaba una cosa; desastre. La mujer con demasiada energía y muchas ideas un poco extrañas, se tambalea mientras camina hacia nosotros a tal punto de que el líquido de su copa se derrama por el suelo.—¿Quién permitió que bebiera hasta este punto? —Pregunta mi esposo con preocupación.—Seguramente supo cómo beber tanto sin que se diera uno cuenta, pero, es evidente que ya no se puede hacer algo al respecto, sino soportarla e implorar que quiera irse a dormir temprano— dice el señor Every mientras su esposa sonríe.—La noche es joven, no sé porque quieren marcharse tan pronto. ——Cariño, los invitados ya quieren marcharse, ya es pasada la medianoche— dice su esposo.—Eso es porque no he contado anécdotas del increíble Jareth Every. Les asegur
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Capítulo 94: Luchar con la tentación
Llegamos a nuestro destino, una gran casa a orilla del mar, donde se puede ver todo desde el interior de la casa, porque la mayoría de las paredes son de vidrio. El viaje fue agotador, pero, la vista lo compensa cuando al momento de sentarme en la sala, el amanecer aparece con un sol que ilumina poco a poco el mar.—Hemos pasado toda la noche viajando, dime si deseas dormir unas horas o si ya quieres disfrutar del lugar— dice Jareth y de inmediato, me voy por la segunda opción.—Quiero caminar por la playa— digo y él asiente.—Voy a cambiarme, puedes salir primero si lo deseas— dice Jareth y yo salgo descalza para sentir la arena en mis pies.Al estar siempre en escandalosas ciudades, nunca había tenido la oportunidad de estar en una playa real y no un centro de recreaciones con piscinas que intentan imitar las olas y arenas de una playa.Por lo que, sonriente avanzo hasta el agua que
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Capítulo 95: Pensar en mí
Teniendo eso claro, la calma me invade y por eso, aunque la tentación sigue presente, comienzo a caminar al lado del hombre que me habla como si no estuviera casi desnudo.Comenzamos a hablar de cosas triviales y también de los gustos más relevantes que nos agrada a cada uno de nosotros vemos el tiempo pasar. Hasta que uno de los guardaespaldas se hace visible para mí y por eso, giro mi cuerpo hacia el hombre que parece inmutarse ante la presencia de alguien en la playa.—Creo que deberías vestirte un poco o cubrirte. Recuerda que estamos en un lugar bastante amplio y si no quieres que alguien más te vea, deberías cubrir tu cuerpo, —Digo al ver que él no se interesa por cubrir su desnudez.—No te preocupes, solo estarán los guardaespaldas a cargo de nuestra seguridad. Nadie más además de ellos pueden estar en el lugar.—No me siento cómoda con tanta
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Capítulo 96: Visita inesperada
Sus palabras me habían conmovido. Con estas, había mostrado que mi fortaleza estaba en sus planes y que por ello, no solo se enfocaba en sus propios proyectos, si no, en el crecimiento que como mujer dejando atrás la sumisión, debía enfrentar.—¿Por qué confías tanto en mí? ¿Por qué soy tan importante cuando mi vida familiar es desastrosa y yo soy solo una omega sin importancia? —Pregunto curiosa.—Adhara, no debes definir tu valor por ser omega, beta o alfa. Como lo veo, hay omegas más inteligentes que muchos alfas y betas más altivos que los alfas. Esa clasificación con la que naces, no debe definirte, porque es como si los ricos fueran los únicos destinados a recibir alegrías y cosas buenas, y no es así, —Explica Jareth y yo asiento comprendiendo.Era algo que había pensado muchas había pensado. Pero, &ea
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Capítulo 97: Noticia impactante
Comprendía que podía marcharme y dejarlos solos porque aunque me siento cómoda con él, hemos dejado claro que no nos amamos y seria egoísta de mi parte que él no encontrará su amor.Pero, ¿cómo podía marcharme y que me pasara por la cara algo así? Si este matrimonio iba a durar una semana, que durara ese tiempo, pero, respetándonos y era claro que su presencia era una falta de respeto.—¿Qué rayos te pasa, Alison? —pregunta Jareth con evidente molestia.—No entiendo porque estas molestándote porque te toque, cuando solo quería saludarte— se queja ella y Jareth la empuja mientras gruñe.—¿No lo entiendes o no quieres entenderlo? —pregunto curiosa y la mujer se concentra en mí por unos pocos segundos donde me mira con desagrado, para después mirar a Jareth que se limpia incluso con de
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Capítulo 98: Dar una solución
Podría decir que ni siquiera en la Antártida se podía sentir un frio tan grande como este que se sentía justo ahora y lo peor, es que parecía que todo había quedado en pausa. Porque lo único que podía escucharse era el burbujeo de la olla y como la presión elevaba levemente la tapa de esta al punto de emitir un sonido cada vez que la espuma se movía.Eso era lo único que emite el sonido y se movía a nuestro alrededor, porque incluso la mujer que había dado la noticia, estaba inmóvil esperando la reacción de Jareth. Por lo que, al ver que nadie hablaba de la gran bomba lanzada, yo me suelto del toque de Jareth y esta vez, no está atento para volver a atraparme.Decidida, salgo del lugar antes que haya más secretos y camino lejos de la propiedad a la que nunca debí entrar. Aunque, después de la noticia, es claro que no debí hacer muchas
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Capítulo 99: Poner limites
No me agradaba la idea de ante cualquier problema renunciar, pero, ¿Qué podía hacer cuando su nueva situación es algo que no estoy dispuesta a soportar? Aunque sea una consecuencia de su acto antes de conocerme, al permitir estar presente en esto, me involucraría en algo que no me agrada.No quiero ser madrastra de nadie, tengo mala experiencia que me hace no desearlo y tengo metas que me impiden hacerme cargo de algo así. Además, sabia cuan doloroso es crecer sin la madre y comprendía que en los alfas, un nacimiento fuera del matrimonio no era bien visto.Por eso, muchos recurrían a casarse en secreto y si no les resultaba una persona adecuada para ellos, simplemente tomaban al niño y le daban una nueva madre, una que debía actuar como su madre en público.—¿A eso se resumen nuestros proyectos que teníamos pensado tener juntos? —pregunta Jareth herido y yo su
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Capítulo 100: Ser tratada igual
Retrocedo ante el miedo, sabía que estaba en un lugar que solo su familia conocía y aunque la mía supiera de este lugar, no vendría a protegerme. Así que, básicamente era una hormiga frente a un gran alfa, que por enojo podría hacerme lo que deseara.Por lo que, cuando colocó sus manos en mis brazos con fuerzas, di un salto por el susto que me había causado su toque brusco. Tenía miedo de lo que pudiera hacerme y esta vez, el miedo superaba muchas cosas que sentí cuando lo conocí en el restaurante.Porque esta vez, no tomaba mis palabras como burla, si no, como algo que le ofendía y no podía descargar su ofensa con sexo como aquella vez. Ahora, el problema era más grande y la brecha entre nosotros aún más.—Puedes decir lo que desees, puedes alejarte cuantas veces lo desees e incluso hablar mal de mí diciendo que soy lo peor, pero, nada d
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