—Vas a casarte, finalmente he encontrado un esposo para ti.Esas fueron las palabras con las que había soñado y había temido toda mi vida, desde que cumplí 14 años, y comenzaron a entrenarme para ser la esposa perfecta.Mi padre, Vladimir Chevalier, me mira sin una pizca de amor o cariño en los ojos, solo me mira como si me evaluara, como si estuviera viendo una especie de producto o propiedad que tiene la venta, no a su única hija.Mi nombre es Sophie Chevalier y acabo de cumplir 18 años, aun antes de que me lo dijeran yo ya sabía que, al cumplir la mayoría de edad, mi padre iba a intentar casarme con el mejor postor, me habían entrenado para eso, como un perro que sabe hacer trucos por una galleta, yo fui instruida como la esposa perfecta desde la muerte de mi madre.Soy la única hija de mi padre, y al ser una mujer, yo debilito su posición solo con respirar. En este mundo obscuro de mafias y personas malvadas, solo los hombres son los que pueden heredar propiedades y organizaciones
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