Una vez que ya estabamos los dos desnudos, me tumbo en la cama, beso mis mejillas, mordio el lobulo de mi oreja, lamio mi cuello y mis labios, mientras mis dedos jugaban con su pelo, Adam bajo hasta mis pechos, entreteniendose con mis ya duros pezones, siguio bajando por mi vientre, besando la cicatriz que yo tenia del balazo que me dieron, siguio bajando por mi cuerpo sin quedar ni un solo centimetro que no besara, hasta que llego a mi sexo, lamio y mordio mi clitoris, mientras yo jadeaba cogiendo con mis manos la ropa de la cama y mordiendo, ya que su caliente boca me estaba volviendo loca, haciendo que gritara cuando mi orgasmo se hizo presente.— Eso preciosa, me encanta escuchar como disfrutas, te amo Katia siempre te he amado cariño — me dijoLo tumbe en la cama poniéndome yo encima de él, mientras Adam acariciaba mis pechos con sus manos, me introduje su duro miembro, cabalgando después, nos besamos, nos amamos y llegamos los dos al unísono al clímax, poniendo mi cabeza en su
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