—¿Con una mansión intentas comprarme? ¿Qué crees que soy?Pedro se mantuvo imperturbable.—Jajaja, parece que tendré que jugar mis mejores cartas —La Srta. Zoraida sonrió con malicia—. Mira, te diré algo confidencial: los edificios abandonados en el este de la ciudad serán un punto focal de desarrollo. Si logras adquirirlos, tu inversión se multiplicará por diez. Por supuesto, cuántos edificios puedas comprar depende de ti. Cuanto más compres, más ganarás. Si tienes el capital, fácilmente podrías ganar miles de millones. ¿Qué opinas? Esa oferta es bastante tentadora, ¿verdad?Al escuchar esto, Pedro entrecerró los ojos:—Vaya, Srta. Zoraida, eres verdaderamente generosa. Pero no entiendo, si tienes la oportunidad de ganar tantos millones, ¿por qué compartirías este secreto conmigo? En su primer encuentro, ella le ofreció un coche, una casa y dinero, era una generosidad excesiva.Aunque se considera atractivo, no tiene la suficiente confianza para creer que pueda enamorar a miles de ch
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