RogerHago mis manos un puño para no tocarla, trago grueso mientras la mujer frente a mí me mira con necesidad, con ardor y con algo que incluso yo puedo sentir bajo mi carne, incluso si no es bueno, el olor de los óleos y la pintura se mezcla con ese aroma floral que estoy más que seguro les robó a las flores de su invernadero.No puedo hablar, no puedo moverme y no quiero irme a ningún lugar, lo que dije sobre las fotos es verdad. Siempre que veo algo hermoso, algo único quiero capturarlo en una fotografía para siempre y esa mirada en ella, en este momento quiero grabarlo tan intensamente en una fotografía que no puedo ni siquiera hablar.Ella se ve hermosa, la luz que se filtra por las ventanas desde su espalda solo hace que su pálida piel se vea más cremosa, más sensible, más única. El ligero sonrojo que comienza a crecer sobre sus mejillas es una total alarma para mí, por qué solo quiero desnudarla, lanzar sus pinturas al suelo y hacerle el amor sobre la mesa con el sol sobre los
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